Las metas por alcanzar me parecen más grandes que nunca, pero no por imposibles, prefiero pensar que están más cerca que nunca y las veo en toda su dimensión.
Este viaje ha sido confortador, ha curado los arañazos y me ha proporcionado unas agujetas de campeonato!
No es que haya cargado las pilas...es que me ha puesto unas nuevas!
El frío de la ciudad me ha alisado las arrugas de la pereza y la incertidumbre (y las de la cara también!)
Aquí estoy, ahora empieza mi año.
Ojalá me acompañéis, porque me dais un apoyo impagable!
Merci Paris!